La verdad sobre Satanás


Una de las cosas más importantes que podemos hacer como Satanistas, es establecer una fuerte relación con Satanás. Mucha gente busca en libros, escritos y otra información, en lugar de ir directamente a Satanás mismo. Leer libros puede abrir una puerta, pero esto también inculca en la mente de uno muchas suposiciones, que al encontrarnos con él y llegar a conocerlo, encontramos que son falsas y sobreviene la confusión.

Se ha escrito mucha desinformación, calumnias y mentiras sobre el Padre Satanás. Casi todo, si no todo, ha sido inventado y difundido por sus enemigos, gente que no lo conoce, gente que quiere ganar dinero rápido y gente adoctrinada con mentiras cristianas o de otro tipo.

Estas mentiras han formado gran parte de la mente de las masas con respecto a Satanás. Recibo muchos correos electrónicos de personas que han sido mal informadas y esperan que Satanás sea de una determinada manera. Por ejemplo, la Biblia Satánica y la defensa de la avaricia. Puedo decirles por experiencia que Satanás no es codicioso. Podemos ver facilmente cuan codiciosas son las Iglesias Cristianas. Casi todo lo que el falso dios enemigo es y hace, se culpa a Satanás como una distracción.

El verdadero satanismo no es un viaje por Disneylandia. El verdadero satanismo trata sobre el avance personal junto con convertirse y evolucionar en un dios, lo que trae la liberación espiritual. Satanás nos ayuda en nuestras vidas con lo que necesitemos, pero en contraste con las muchas historias, él no otorga riquezas extremas, fama y cumplir todos los deseos a cambio del alma de uno.

Cuando entregamos nuestras almas a Satanás, él nos asiste otorgándonos mucho conocimiento, dirección, sabiduría y poder personal que nos permitirá evolucionar y avanzar hacia la divinidad. Cuando muramos, ya no seremos solo un espiritu, emergeremos mucho mas poderosos y si reencarnamos, naceremos en una existencia superior, una vida mejor. Al avanzar hasta convertirse en un dios, la vida de uno cambiará a mejor. Uno ya no tendrá que tolerar la injusticia, ya que tendrá un gran poder y comprensión, mucho más allá de la persona promedio, con la capacidad de curarse a sí mismo y afectar su entorno, influir e incluso controlar a los demás.

Uno avanza viviendo la vida al máximo, empujándose a sí mismo más allá de las limitaciones físicas, psicológicas, mentales y espirituales y superando los límites. La inactividad y la abstinencia conducen a la degeneración. El cuerpo humano es un ejemplo perfecto, ya que los músculos que no se utilizan se atrofian. Una mente que no se utiliza se vuelve aburrida y estúpida. Lo mismo puede decirse del alma humana.


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