En 1534, Benvenuto Cellini, pintor italiano del Renacimiento, quiso experimentar una "operación mágica". Se reunió con un sacerdote siciliano versado en el arte de la magia ritual, un amigo Vincentio Romoli, un niño de 12 años, y un segundo mago, acompañante del sacerdote. Cellini quería el amor de una mujer. De todos los lugares a elegir para un ritual, fueron al Coliseo Romano.

Formaron un círculo de nueve pies y, al cabo de hora y media, aparecieron unos espíritus que se comunicaron con el grupo. Les dijeron que Cellini tendría a su amor en un mes. Entonces algo salió terriblemente mal. Siguieron llegando más y más entidades espirituales, que empezaron a ponerse agresivas. En poco tiempo, "había demasiados espíritus presentes". El niño de 12 años gritó: "Estaban siendo amenazados por un millón de los hombres más feroces que jamás habían visto". "Cuatro gigantes, completamente armados, intentaban entrar por la fuerza en el círculo". El niño gritó que "el Coliseo estaba ardiendo y que las llamas rodaban hacia ellos..."

El grupo se acurrucó aterrorizado, el mago arrojó más asafétida al fuego en montones y, al cabo de un rato, los espíritus se marcharon enfurecidos. El grupo permaneció acurrucado hasta la mañana y sólo quedaron unos pocos espíritus "y éstos a distancia". Al salir y correr a casa, un par de espíritus los persiguieron.

Precisamente el Coliseo romano fue una mala elección para un ritual de amor. Una persona que muere de forma violenta emite energía negativa, pero miles de muertes violentas junto con todas las emociones de la muerte - los gladiadores, leones y otros animales salvajes despedazando a la gente, y la intensa violencia deja su marca durante siglos.

Un entorno adecuado con energía que esté en sintonía con los objetivos del ritual es importante, obviamente las influencias no deseadas pueden afectar a un ritual o una operación mágica para lo peor.

La música, los pensamientos, el recuerdo de experiencias pasadas o las fantasías también son importantes para crear un estado de ánimo y un entorno que favorezcan los objetivos del ritual.