La Cuarta Dimensión es lo que experimentamos cuando nos proyectamos astralmente, nos comunicamos telepáticamente o experimentamos en un estado alterado.

Cuando alguien se rompe una extremidad, ésta se coloca en yeso. Cuando la férula se retira, el miembro se marchita, se arruga y necesita rehabilitación para conservar su anterior amplitud de movimiento y fuerza.

La meditación abre una parte de nuestra mente que ha estado inactiva en la mayoría de la población. Siglos de control cristiano han hecho que la mayoría de nosotros desconozcamos la cuarta dimensión, ya que el conocimiento espiritual ha sido sistemáticamente eliminado y suprimido. Como humanos, sólo podemos ver una pequeña porción del espectro electromagnético. Los insectos pueden ver la luz ultravioleta y más. Muchos animales pueden sentir cosas que un humano no puede. El hecho de que alguien no pueda ver u oír algo no significa que no exista, como ocurre con la luz ultravioleta, los rayos X, los rayos gamma y otras formas de energía.

Cuando uno abre su mente, puede llevarle tiempo adaptarse. Llevo toda la vida siendo psíquico. Aunque era ateo, siempre tuve otro sentido, aunque sintonizaba con el mundo espiritual. Al acercarme a Satanás, lo llamado "sobrenatural" se manifestó drásticamente en mi vida. Lo que es un día típico para muchos de nosotros abrumaría a la persona promedio.

Oír voces y ver cosas que la mayoría de la gente no puede ver son las manifestaciones más comunes de la apertura mental. Con el tiempo, esto se controlará.

Al realizar meditaciones de poder durante un tiempo determinado [deben hacerse diariamente], se experimentará la apertura de la mente y el alma.

La ciencia no ha progresado lo suficiente como para explicar la cuarta dimensión. El cristianismo ha atacado a la ciencia con vehemencia, ya que existe un punto en el que lo espiritual y lo científico se encuentran. Uno siempre llevará al otro si se permite que avance sin obstáculos. Cuando interactuamos en el astral, nuestros Demonios también se concentran allí cuando vienen a nosotros. Yo estaba confundido acerca de la cuarta dimensión. Azazel vino a mí y le pregunté sobre esto y me dijo que, aunque esté físicamente en otro lugar, su conciencia está a mi lado.

Existe una barrera o " manopla " que blinda los mundos entre sí. Las almas difuntas que aún están en el astral pueden oírnos y vernos en el mundo de los vivos, pero las que no están abiertas no pueden oírlas ni verlas. La meditación constante rompe esa barrera.

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