Control Judío sobre el Gobierno de los Estados Unidos


Esto fue bajo la administración de Clinton. George W. Bush, siendo un cristiano nacido de nuevo y por lo tanto pro-Israel tiene más:

Cuando fue elegido por primera vez, Bill Clinton prometió al pueblo estadounidense que la composición de su administración reflejaria el rostro de Estados Unidos. En realidad, reflejó el rostro de Israel. Aunque los judíos sólo representan el 2,9 % de la población del país, un asombroso 56 % de todos los nombramientos de Clinton fueron judíos, algunos de los cuales se enumeran a continuación:

Sin duda, algunos de estos nombres ya han cambiado, pero el carácter judío de la administración Clinton permanece. Los judíos están representados veinte veces su población (2,9%). ¿Podemos o debemos los gentiles sentirnos cómodos teniendo tal dominio judío sobre "nuestro" gobierno? Además, la diferencia entre la administración Clinton y otras administraciones (como la de Bush, la de Reagan, la de Carter, la de Ford, etc.) es más de grado que de clase. Por ejemplo, echemos un vistazo rápido a algunos de los judíos en la administración de Gerald Ford:

Los judíos han ocupado puestos clave durante décadas, tergiversando tanto la política exterior de Estados Unidos como su política interna para alcanzar sus fines y los fines de Israel. Tener el control de nuestro gobierno ciertamente está de acuerdo con las enseñanzas del Talmud: que los judíos sean los amos y los goyim (gentiles) los esclavos.

[¿Qué mejor manera de esclavizar a otro pueblo que separarlo de su Dios y destruir su pasado? Sí, mantén a la gente alejada de Satanás a toda costa, ¡porque Satanás nos muestra que no somos esclavos! Nuestro Verdadero Dios Creador, Satanás, fue reemplazado por "YHVH", que no es más que un sistema de magia judía y ese judío ficticio circuncidado al octavo día en el templo por un rabino nazareno que se basó en unos 18 dioses paganos que colgaban de un árbol].

El hecho de que Estados Unidos proporcióne más ayuda financiera a Israel que cualquier otra nación del mundo es una prueba positiva de que la política exterior de Estados Unidos está dirigida por un camino judío. Entonces, no es de extrañar por qué gran parte del mundo árabe odie a Estados Unidos. Después de todo, ¿nos haríamos amigos de una nación que da miles de millones a nuestros enemigos nacionales?.